viernes, 30 de noviembre de 2007

faltaba talento o ¿era mala gestión del talento?.

Al hilo de la última entrada,  he reflexionado sobre los comentarios señalados y, verdaderamente, creo que  el año pasado se produjo una mala gestión del talento de los jugadores de la Real Sociedad.



No voy a mencionar determinados jugadores pero, existen evidencias que demuestran la existencia de talento en el equipo. Además de los jugadores que se mantienen en el equipo, otros siguen jugando en equipos de primera, e incluso en la Champions.



Otra cosa es que no se haya realizado el trabajo adecuado para que cada jugador aportara su talento y se pudiera alcanzar la permanencia o, sin saber, se provocara el efecto marea. 16-08-07



Cuando se confunde motivación con estado de ánimo,  presión endógena con exógena o se quiere fortalecer las expectativas de eficacia de los jugadores pero se orienta su atención hacia las expectativas de resultado, por poner varios ejemplos, podemos decir que existen suficientes evidencias para hablar de mala gestión del talento del equipo.





miércoles, 28 de noviembre de 2007

un buen ejemplo de echar balones fuera

He leído las declaraciones del sr. Lotina publicadas en Deia, en las que destacaba entre las causas más importantes del descenso de la Real Sociedada Segunda División:” les faltaba algo de talento y que a los jugadores con más calidad les pesó mucho estar con dos puntos cuando había pasado ya un buen trecho de Liga, se les encogió el pie”. Me parecen un auténtico despropósito que mencione aspectos ajenos a su control  para descargar  su responsabilidad en los demás.



Quizás dispone de un innovador instrumento para medir el talento de los deportistas, o igual lo hace a ojo. También parece ser que se ha olvidado del punto que sacaron en ocho partidos, cuando el equipo estaba bajo su dirección.



Mencionar el aspecto psicológico como punto fuerte de su aportación al equipo es otro despropósito, ya que ni tiene formación ni conocimientos necesarios para hacer un buen trabajo en este aspecto.



Su responsabilidad se centraba en responder como entrenador y resolver la situación delicada en la que estaba el equipo y, evidentemente, en eso fracasó rotundamente, lo demás son cortinas de humo para intentar salir airoso del descalabro provocado.   



lunes, 26 de noviembre de 2007

ganar para reaccionar o reaccionar para ganar

Ganar para reaccionar, es lo que he leído en el periódico esta mañana, en un artículo que hablaba sobre el equipo de fútbol de la Real Sociedad. Sin embargo, creo que es más interesante centrarse en aspectos anteriores al partido y buscar una reacción colectiva para tener un resultado favorable. De ahí el dilema que se plantea en el título de la entrada.

Creo que tanto el discurso de los jugadores como el de los técnicos debiera ser el segundo, es decir, reaccionar para ganar. Si esperamos ver el resultado para valorar el comportamiento del equipo, nos desviaremos del camino que necesitamos recorrer para conseguir el objetivo de la competición, que son los tres puntos.

A veces también ocurre con la confianza. “necesitamos ganar partidos para coger confianza”, cuando para rendir óptimamente en los  partidos necesitamos de ella. Es como si un pescador pensara en el pez que quiere pescar sin tener en cuenta ni el anzuelo ni el cebo que debe colocar para conseguirlo.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Lo único que me importa de los jugadores es que les de igual ganar o perder.

Curioso pensamiento que nos retrotrae a anteriores comentarios en los que se señalaba que es difícil encontrar deportistas en la competición a l@s que les de igual ganar  o perder, y  destacábamos la idea de que a todo el mundo le gusta ganar. Sin embargo, sin darnos cuenta, esto nos puede llevar a cometer un importante error al transmitir de forma implícita que lo más importante de la competición es el resultado.



Si esto es así, l@s deportistas percibirán un clima motivacional del entrenador orientado hacia el resultado, que se traducirá en bajo compromiso con el esfuerzo y elevados niveles de ansiedad frente a los posibles  errores, es decir, “miedo a equivocarse” y, entre otras cosas, provocará que las decisiones se tomen de forma insegura.



miércoles, 21 de noviembre de 2007

El futuro es el lugar en el que se puede cambiar las cosas

Es una excelente conclusión extraída de una entrevista realizada a Fernando Alonso y publicada en El País (10-11-07).  Refleja la importancia que tiene el hecho de recuperarse cuando antes de los errores cometidos o de los sucesos adversos y dirigir la atención hacia el futuro.



En numerosas ocasiones vemos como continuamente se encargan de recordar a l@s deportistas diferentes fases de competición en las que sus actuaciones han sido poco eficientes.



También comentarios referidos a la atmósfera que se respira en cualquier equipo: “Todavía existe una sensación pesimista en el equipo” o “Estamos arrastrando los malos resultados de la temporada anterior”. Esto naturalmente es hacer lo contrario de lo que indica el título de esta entrada. En estos casos se funciona al revés: el esfuerzo mental se utiliza en traer los errores del pasado al presente o en recordar los malos momentos, en vez de utilizarlo en generar  estrategias para el cambio y la mejora.