lunes, 21 de junio de 2010

integración social& integración en la tarea

Interesantes delaraciones del futbolista español, Fernando Torres, realizadas al diario El País (20/06/10) en vísperas de jugar el partido contra Honduras: “Estoy listo, si juego perfecto, si no, a arropar desde el banquillo”, que demuestran un alto grado de integración en la tarea hacia el objetvio del equipo.

Es un indicador que representa una alta complicidad y lealtad con las decisiones que se vayan a tomar. Además, transmite uan elevada satisfacción por poder prestar apoyo a sus compañeros, en el caso de que se quede en el banquillo. No conviene confundirlo ni mezclarlo con la integración social ( buen rollito) que también existe, porque tienen diferente impacto en la optimización de las capacidades personales para el rendimiento colectivo.

Por otro lado, cuando afirma: “hemos de confiar en lo que hicimos para ser favoritos”, está pensando en pasado y, quizás para el próximo partido, hubiera sido más oportuno construir un discurso más específico y adecuado como, por ejemplo, pensar en que han de confiar en que harán “lo que han hecho hasta ahora” para afrontarlo con máximas posibilidades de éxito.

tensión, el alimento para España

Con este título comienza un artículo de opinión en el diario El Mundo 20/06/10, en el que se realizan valoraciones acerca del partido España- Suiza disputado en el Campeonato del Mundo Jobourg-10 que, por supuesto todas ellas están mediatizadas por el resultado obtenido por el equipo español.

Se menciona que “no alcanzó el nivel adecuado de activación, arousal, y que les faltó incorporar la agresividad en la visualización”. En este caso señalar que no hay arousal colectivo, sino que siempre es un aspecto individual, por lo que habría que hacer una valoración personal, y que la agresividad es una mala compañera para el rendimiento, pero no así la asertividad, que quizás es lo que se quiso decir.

En otro apartado se menciona con vistas al próximo partido que “ por encima del rival existe un reto y es demostrar ser fiel al modelo que representan, que no ha sido superado”. En este caso indicar que el modelo debe ser el medio por el que consigan su objetivo y nunca debería convertirse en un objetivo per se, como se deduce del comentario planteado.

Creo que estas valoraciones no hubieran aparecido si España hubiera ganado el partido. Sigo pensando que el equipo preparó adecuadamente el partido, que lo afrontaron con determinación, que jugaron a un buen nivel, pero que hubo cosas que no les fueron favorables, es decir, los elementos externos no acompañaron.

Esto se deduce del juego que desarrollaron durante todo el partido, porque existe una opinión unánime en que la posesión de balón fue de 70% -30% favorable a España y en que las oportunidades de gol fueron de 5 a 1. Ahora bien la diferencia está en que a Suiza, que hizo un partido defensivo como lo tenía que hacer, las cosas le salieron redondas y, además, tuvo la suerte que necesitaba para ganar, que es lo que le faltó a España. Los propios jugadores suizos son los que explicaron de ésta manera el extraordinario resultado que obtuvieron en este partido.

Se sigue sin tener en cuenta la presencia de contingencias externas en la competición y que, para obtener un resultado favorable, se necesita tener la suerte suficiente para conseguirlo. Por lo tanto, mezclar valoraciones sobre el afrontamiento y la actuación durante la competición con el resultado obtenido, es una respetable opinión pero muy alejada de una valoración criteriada y fundamentada necesaria para poder explicar lo ocurrido durante el partido señalado.

sábado, 19 de junio de 2010

una cuestion de confianza

En el contenido de un artículo publicado en diario El País (19/06/10) se señalaba que el problema de la selección inglesa de fútbol es de confianza. Otra vez se vuelve a relacionar el resultado de un partido con valoraciones psicológicas, pero no sabemos cómo se realizan e intuimos que se hacen a “ojímetro” o al clasico opinable de taberna “a mí me parece”.

Según el articulista, frente a la selección de Argelia resolvió sus ajustes tácticos y de personal y la reforma le resultó positiva, pero no sirvió para ganar. "Faltaba que los jugadores recuperaran la autoestima y perdieran el miedo. El problema es de confianza, ya que el empate contra EEUU la resquebrajó totalmente".

Es un buen ejemplo, en el contexto de alto rendimiento deportivo, de la atribución causal que se hace sin ningún fundamento ni evidencia, salvo el resultado del partido. El verdadero problema es que esta forma de valoración, opinión periodística muy respetable, se traslada con demasiada facilidad a entrenadores y deportistas.

Un jugador de futbol de esa categoría no pierde la confianza ni le baja la autoestima por tener un resultado adverso, porque si así fuera, le sería imposible afrontar el siguiente partido con opciones de sacar su potencial y de rendir al máximo de sus posibilidades.

viernes, 18 de junio de 2010

nos faltó mentalidad ganadora

Es la opinión del ex-seleccionador español de fútbol, L. Aragonés, tras el tropiezo inicial del equipo español en el Campeonato del Mundo de Jobourg-10, aparecida en las declaraciones publicadas en el diario El Mundo (17/06/10). “A España le ha faltado convencimiento desde el primer instante, la derrota ha sido el resultado de una mala gestión anímica”.

Como señalamos a menudo, cuando el resultado es desfavorable, la valoración postcompetición que se realiza del comportamiento de los jugadorescasisiempre se hace en términos psicológicos sin usar instrumentos evalativos que soporten dicha valoración. Además, se utiliza el resultado como evidencia evaluativa, cuando no tiene porqué existir una relación positiva entre comportamiento eficiente y resultado.

Si las cuatro oportunidades claras de gol que tuvo España las hubiera transformado y hubiera ganado el partido 4-1, estas apreciaciones no existirian y, en ese caso, la opinión sería muy favorable. Es la lógica de taberna: cambia el resultado, cambia la valoración.

También se señalaba”Una victoria en el comienzo da confianza y seguridad”, pues sí pero a deportistas principiantes, porque a un deportista de alto rendimiento el hecho de ganar o perder puntualmente en una eliminatoria de liguilla no le debería de afectar y, si está esperando a tener un resultado favorable para tener la convicción de que puede alcanzar el podium, comete un error psicológico importante: La confianza es una capacidad con un control interno y el resultado depende de factores externos, por lo que no conviene relacionarlos si queremos que el potencial de rendimiento de los deportistas dependa de “sí mismos”. En fín, que seguimos estando muy alejados de un modelo integral de excelencia en el deporte, a pesar de que existen conocimientos, potencial humano y herramientas para materializarlo.