jueves, 23 de febrero de 2012

centrarse en la mejora hace posible lo imposible, limitarse, convierte lo posible en imposible.

Curiosa reflexión realizada en una charla con jóvenes jugadores de futbol pertenecientes a la cantera de la Real Sociedad, que sirve para mostrar la importancia que tiene el priorizar objetivos de  mejora frente al beneficio inmediato que  aporta el resultado del partido.
Dentro del mismo equipo se reflejan actitudes muy diferentes y contradictorias entre sus miembros, que les llevan a la misma situación de autolimitación . En unos casos, los jugadores no están interesados por mejorar sus capacidades psicosociales sin argumentar los motivos que les llevan a ello; en otros, simplemente piensan que nada les va aportar  en su camino hacia el profesionalismo.
Sin embargo, no deja de sorprenderme el desconocimiento que continua existiendo en el ámbito de la preparación mental. Todavía hay muchas resistencias para entender que no sólo se trata de tener altas capacidades y ser muy habilidoso en un deporte, sino que es necesario aprender a gestionar las mismas en situaciones presionantes. 
La integración del pensamiento, la intuición y las emociones en una unidad de acción, el estilo motivacional personal, la gestión de la presión y los procesos de la autoconfianza, son capacidades entrenables y determinan el rendimiento de los deportistas en dichas situaciones. Es la manera de aparecer en el lugar adecuado y en el momento oportuno, o dicho de otra manera, cuando más lo necesita el equipo. 
El hecho de autolimitarse y de resistirse a  entrenar y mejorar estas capacidades impide a los deportistas, en más ocasiones de las que quisieran, rendir al nivel de su potencial y mostrar su valía en momentos en los que hay que afrontar las situaciones con valentía y con rigor competitivo, es decir, desaparecen cuando son más necesarios y se presentan los momentos  más exigentes de la competición.

viernes, 17 de febrero de 2012

el presente es dependiente del pasado y condicionante del futuro


Es una reflexión que nos lleva a valorar de forma adecuada la importancia que tiene trabajar  en el entrenamiento aspectos relacionados con los puntos débiles de los deportistas y en aquellas capacidades que les permite optimizr sus recursos en futuras actuaciones.
Por ejemplo, si se pretende manejar y gstionar la respuesta emocional y la activación de forma adecuada, deberemos realizar un trabajo deliberado y específico para mejorar dicho aspecto. De esta manera tendremos más posibilidades de rendir a nivel máximo en la siguiente competición y condicionará de forma positiva la actuación del deportista.
Si no lo entrenamos, cuando el futuro se haga presente la actuación del deportista dependerá de lo que haya entrenado y trabajado en el pasado. Por eso, el trabajo duro e intencionado  del presente hará más fuerte y consistente  al deportista en su próxima actuación.
Es decir, los aspectos en los que no se haya invertido y trabajado en el  pasado dificilmente podrán darse en el presente. Por otro lado, el tiempo y esfuerzo que no se dediquen a desarrollar capacidades específicas o a fortalecer los puntos débiles del deportista en el presente, hará imposible que puedan rentabilizarse  en el futuro, porque cuando no se invierte no hay beneficios de mejora.