lunes, 2 de mayo de 2016

resiliencia y tolerancia a la adversidad, dos conceptos claves en el alto rendimiento y la excelencia.

         A lo largo del itinerario que recorren los deportistas  en su desarrollo potencial hacia el máximo rendimiento, aparecen situaciones adversas o injustas como dolencias musculares, entornos desfavorables, errores o ausencia de fortuna en momentos críticos, siendo importante generar estrategias que nos permitan  superarlas, y aprovecharlas para salir fortalecidos de las mismas.  
El concepto de Resiliencia proviene del campo de la física y se define como la capacidad de un material para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que habia estado sometido. Se les considera como “materiales inteligentes” porque, una vez sometidos a deformaciones o manipulaciones, recuperan la forma y las funciones  originales.
Tiene algo de superpoder, de escudo donde el mal rebota (R. Yanke, El Mundo 30/04/16). No es indiferencia ni dejadez, sino un conjunto de capacidades y habilidades que permiten, cuando la adversidad se instala,  sobrellevarla y superarla para salir fortalecido de la misma.  De alguna manera se trata de disponer de habilidades que nos permiten prosperar ante el desafio generado por una experiencia estresante. 
La manera en que los deportistas abordan las situaciones de estrés son modificables a través del entrenamiento. Habitualmente suelo comentar a los deportistas con los que trabajo que la parte positiva de una situación adversa es que se puede convertir en una oportunidad para mejorar  la capacidad de resiliencia y de tolerancia al estrés.  Sólo hay que establecer estrategias adecuadas y plantear tareas orientadas a mejorar dichas capacidades.