miércoles, 31 de agosto de 2016

una de certeza que no es verdad

         En un artículo publicado en el diario El País (30/08/16), se realizaba una entrevista a J. Lopetegui, recientemente nombrado selelccionador del equipo español de Fútbol, en sustitución de V. Del Bosque; también se recogían declaraciones de uno de sus colaboradores, J.C. Campillo, relacionadas con el “coaching”.
         Textualmente: “el coach no es un psicólogo, no se queda en los problemas, establece objetivos. Se trata de hacerle recordar al jugador el placer de jugar para motivarle y a la vez ayudarle a superar la presión a la que están sometido”. Esto no es verdad, porque desde hace más de treinta años los psicólogos del deporte han trabajado sobre establecimiento de objetivos, motivación, autoconfianza, autorregulación gestión de la presión, asertividad, tolerancia a la adversidad, liderazgo, fortaleza mental, toma de decisiones y últimamente sobre las funciones ejecutivas, entre otras cosas.
         Quizás no se haya enterado de esto, pero ese desconocimiento no le exime de la responsabilidad de equivocarse en algo tan fácilmente constatable. La psicologia del deporte en el alto rendimiento, en la búsqueda del máximo potencial de los deportistas y de su mejora personal, siempre ha estado basada en principios  de excelencia. Hablar sobre aspectos que se desconocen sin fundamento, como si fuera un experto en este tema, se asemeja más a un charlatán de feria que a un  buen profesional.   

martes, 30 de agosto de 2016

una de influencia implicita del PIC en el rendimiento de la deportista

          Durante la final de Badminton en los JJOO de Río-16 disputada entre la española C. Marín y la india P. Sindhu, se escucha, y así lo reflejaron los medios al día siguiente, la extrarodinaria intervención de  “coaching”, que habia realizado el entrenador, según todos los comentaristas, cuando le recordó después de perder el primer set: “Acuérdate cuando llegaste a la Blume con 14 años. Una niña de tan solo 14 años me dijo lo que quería ser: este es tu sueño. Esa niña de 14 años confía en ti. Esa niña sabe cómo ganar y lo hace con disciplina. Y ese deseo que tú tienes es más fuerte que tú”.
          Afortunadamente la deportista mantuvo su atención en el plan de partido, a lo largo de toda la competición, manteniendo la automotivación cada vez que conseguía un tanto y el autodiálogo antes de disputar el siguiente punto. Es lo que reflejó el comportamiento de la deportista a lo largo del segundo y tercer set.
          Es más, cuando llegan al intermedio del tercer set, con un tanteo igualado de 11-10 favorable a la española, el entrenador comenzó con su “espitch” pero Carolina se lo cortó de forma inmediata: “Dime la táctica, dime la táctica”. En la competición, la atención siempre debe de estar enfocada al presente y al futuro inmediato, para que la toma de decisiones rápida sea eficiente. Evocar recuerdos del pasado descontextualizados del plan de juego no ayuda a optimizar el rendimiento de la deportista.    

domingo, 28 de agosto de 2016

el factor CC en el afrontamiento de la competición.

       En el modelo de afrontamiento que plantea www.Teskal.com, existe una constante cognitiva a la que denominamos factor CC, que ayuda a los deportistas a gestionar la presión,  a reducir la aparición de ansiedad, y a optimizar su potencial.
       a)     En primer lugar valorarlo como un reto, como un desafío personal, como un momento para confrontar el nivel que tiene y mejorarlo, que es el beneficio más importante y, pase lo que pase, el deportista  siempre lo conseguirá. b)    En segundo lugar, aceptar la incertidumbre  que existe en cada competición sobre, lo que sucederá (tareas) y en qué momento (tiempo de competición), asociado a la  máxima creencia  sobre la propia  capacidad y sobre los recursos para resolver las situaciones eficientemente. Se trata de encontrar la oportunidad favorable que siempre existe en cada competición. c)     El afán de superación, primero hacia uno mismo y después  hacia el adversario; “ganas de ganar todas, pero obligación de ganar, ninguna.” Sacar la mejor versión de uno mismo y estar dispuesto a "darlo todo",  aumentará las probabilidades de ganar al contrario.
           Es en esta dirección hacia la que orientamos a los deportistas con sus pensamientos, para que  les generen una adecuada activación  emocional  con sensaciones de fluidez, invulnerabilidad, armonía  y  poderío, durante la realización de las tareas exigidas en cada actuación.

lunes, 22 de agosto de 2016

minusvalorar el esfuerzo que te ha llevado a superarte y conseguir tu mejor registro, supone una inconsciente autotrampa en el camino de la excelencia

          Según el encabezamiento de un artículo publicado en el diario Noticias de Gipuzkoa (18/08/16),  el vallista navarro, S. Hernández,  hace historia agridulce en los 400 vallas en su participación en los JJOO de Río-16;  batió el record de España  más antiguo que tenía J. A. Valero, que tenía 29 años, haciendo en 48.87” pero le faltaron 2 centésimas para acceder a la final. A pesar de haber protagonizado la mejor vuelta de su vida. “Lo que quería era estar en la final y sabía que podía hacerlo; lo del récord es secundario. Me imagino que mañana cuando lo pille en frio, lo asumiré y lo celebraré un poquito más.”
Sin embargo, es un buen ejemplo de autotrampa porque le da más valor a aquello que no depende de él frente a lo que sí depende, que es la autosuperación. Cuanto mejor eres más probabilidides tienes de ser mejor que los demás, pero no al revés; además, como hemos señalada en numerosas ocasiones, en el primer caso estamos en un modelo garantista y en el segundo probabilístico.
       Por eso hablo de autotrampa, porque lo probabilístico nunca puede situarse por delante de lo garantista, sobre todo en el alto rendimiento deportivo. Se podrá estar más o menos triste porque la suerte no ha acompañado para estar en la final, pero no debería afectar al valor del logro alcanzado.

quiero superarme porque quiero ser el mejor

          Es lo que comentaba el extraordinario velocista jamaicano, U. Bolt, en una entrevista realizada en T.V., dias antes de celebrarse los JJOO de Rio-16. Despertó mi interés porque es una clara  y nítida manifestación de su orientación motivacional, al indicar que quiere ser el mejor, pero antes busca superarse.
       Es un detalle pequeño pero muy importante, porque cada vez que sale a competir va buscando superarse a sí mismo, eso está bajo su control y depende de él, sin embargo el superar a los demás, no sólo depende de él, pero queda en segundo orden. Siempre recomiendo a los deportistas que, para superar al contrario lo más importante es la autosuperación, es decir, el afán de superación  dirigido primero hacia sí mismo.
       En este sentido, también el piragüista español, S. Craviotto, con dos medallas obtenidas en los JJOO de Río-16, convertido en el deportista español con mayor nº de medallas olímpicas de la historia, señalaba: “No pienso en récords ni en ir a por cinco medallas para superar a nadie, yo pienso en lo mío y soy feliz con lo que hago”. Son dos buenos ejemplos de orientación motivacional centrada en la tarea y de motivación intrínseca, claves para desarrollar el máximo potencial de cada uno.

viernes, 19 de agosto de 2016

quién no tiene grandes objetivos no alcanza ni los más pequeños

          Es la opinión del joven y prometedor velocista español, B. Hortelano, en su despedida  de la prueba de 200mts lisos  de los JJOO de Río-16, publicada en el diario El Mundo (19/08/16) y después de haber batido el record de España con un tiempo de 20,12”.
          Corrió valiente, ejecutó su plan, pero el cuerpo no aguantó; la carrera del día anterior, en la que batió el récord español de la distancia, le pasó factura: “ Hacer marca personal en día anterior pasa factura”. Sin embargo, está plenamente satisfecho de su actuación, impensable sólo hace dos meses.
          “Más imposible todavía era pensar  que un español pudiera tener grandes aspiraciones en el territorio donde caribeños y norteamericanos celebran sus justas”. Su objetivo había sido, ganar su serie y entrar en la final; no pudo ser pero, gracias a ese objetivo, su actuación ha sido extraordinaria. Los objetivos  siempre marcan el camino por donde tiene que transitar el deportista y centran la dirección e intensidad del esfuerzo necesario para conseguirlos. Sin ellos, la dispersión y la confusión prevalecen sobre todo lo demás.    

martes, 16 de agosto de 2016

una de presión o de inestabilidad de la confianza

          “Estoy desolado, deprimido; he tenido una muy mala actuación y no he sabido competir”, con estas palabras comenzaba un artículo publicado en el diaro El País (14/08/16), relacionado con la actuación del marchador  español M. López,  en la prueba de 20 km. Marcha de los JJOO de Río-16, en el que valoraba su actuación.
          Y continuaba hablando de presión asociada a una gran responsabilidad, agobiado por sentirse físicamente bien, mejor que nunca, preparado para algo grande, pero forzado por las expectativas de  su entorno “era la medalla más segura de todas”. Es un buen ejemplo de la negativa influencia para el rendimiento de la presión exógena, es decir, proveniente de aspectos externos, porque  hace aumentar la ansiedad precompetitiva de forma exagerada, así como la sensación de agobio.
          En estas situaciones, conviene centrarse en lo que se controla, en lo que depende del deportista y, la presión que ayuda a rendir se encuentra asociada a aspectos endógenos.  Cuando las afrontas como un reto, como un desafío personal, con predominio de un afan de superación propio antes que de los adversarios, y aceptas la incertidumbre de lo que va a suceder como algo natural, sabiendo que responderás eficientemente frente a lo que surja, no queda sitio para la ansiedad y el agobio. Pero, desgraciadamente, en nada de esto centró la atención el marchador español.  

la teoría del “porque no”o la resignación del bajo rendimiento anticipado

          Con este título comenzaba un artículo publicado en el diaro el Mundo 14/08/16, relacionado con la actuación del marchador  español M. López,  en la prueba de 20 km. Marcha de los JJOO de Río-16, en el que se intentaba explicar su actuación con esta frase “No sé explicarte, el cuerpo no tira y ya”.
          Sin embargo, una de las posibles explicaciones puede estar relacionada con la inestabilidad de su autoconfianza dado que, según sus propias palabras, “desde el principio no me he visto, las sensaciones no son buenas y el cuerpo no tira”. ¿Cómo es posible que a este nivel un deportista pueda dudar de su capacidad por las sensaciones que tiene, sin darse cuenta que está cometiendo un tremendo error que le encamina hacia el fracaso. O de otra manera, acepta que sus sensaciones van a determinar su rendimiento?  
         Las sensaciones no son controlables, pero los pensamientos si lo son y sobre todo la autoconfianza que, sin ella, se hace imposible rendir al máximo del potencial o incluso superarse a sí mismo. Es la puerta que abre el estado óptimo para el rendimiento, es decir, lo que se conoce como “estado flow”, estado emocional positivo desarrollado por el eminente psicológo M. Csíkszentmihályi. La pérdida de autoconfianza, que es una capacidad psicológica entrenable, conlleva la imposibilidad de disponer de esa energia emocional especial, que hace posible lo que a primera vista parece imposible.

jueves, 11 de agosto de 2016

cuanta más diferencia haya entre lo que puedes hacer y lo que haces en el presente, menos favorable se presentará el futuro.

          En los procesos de preparación en el alto rendimineto, a veces, los deportistas están absortos en el presente, sin tener en cuenta las necesidades que planteará el futuro; esa falta de visión futura, implica que su compromiso en el presente podía ser mayor.
          Es evidente que cuanto mayor coincidencia haya entre lo que haces y lo que podías hacer, más posibilidades de mejora se produce; además, cuando el deportista hace todo lo que está en su mano para el objetivo, nada hay reprochable. Algunos deportistas como M. Phelps,  R. Nadal, M. Jordan, o M. Blasco (primera medalla de oro de España en JJOO), consideran que  el fracaso es no haber hecho todo lo posible para conseguir el objetivo, y quizás por eso, en momentos críticos, los acontecimientos  se  han desarrollado a su favor. 
          Sin embargo, últimamente, me he encontrado con jugadores de fútbol en transición  que necesitan elevar  su nivel de forma inmediata, pero que hacen menos de lo que  podían hacer para seguir mejorando. Están más pendientes de las decisiones de los técnicos que del esfuerzo y del trabajo que podían hacer para mejorar. Y, cuando el futuro no les favorece, se lamentan y culpabilizan de sus desgracias  a los demás, a las decisiones de los entrenadores, que no les valoran lo que valen, olvidándose de que ellos son los primeros responsables de su situaciòn, al no haber hecho cosas que en su momento pudo hacerlas y, que al final, repercutieron en sus posibilidades de alcanzar su objetivo.