domingo, 3 de diciembre de 2017

una jugarreta mental

          Sucedió en un partido que estaba observando correspondiente al segundo equipo de la Real Sociedad de Fútbol, y me llamó la atención por lo absurdo de la decisión tomada por uno de los jugadores que disputaban el partido. En un contraataque, el delantero que va a rematar no va a alcanzar el balón y, al ver que le va a superar saca, de forma incosciente, las dos manos para rematarlo, lo que supone la segunda tarjeta amarilla y la expulsión del campo. Pero no sólo eso, porque su equipo estaba en superioridad numérica de 11 contra 10 y, automáticamente, perdió esa superioridad y se igualaron nuevamente los equipos de 10 contra 10.
           Es evidente que el jugador no tuvo tiempo de reflexionar sobre las consecuencias inmediatas de su acción, porque si no no la hubiera realizado. ¿Cómo se explica eso? A veces en los entrenamientos, cuando el balón les supera, acostumbran a rematarlo con las manos o a pararlo para que no se aleje demasiado. En esta ocasión su actividad mental le ha ofrecido la misma solución, rematar con las manos, y como no tuvo tiempo para pensarla, la ejecuto según le vino a la cabeza, que le jugó “una mala pasada”.

          Lo mismo le sucedió a otro jugador que, estando encima de la linea lateral del campo y para no perder tiempo con el balón, lo paró con las manos dentro del terreno de juego. También segunda amarilla y al vestuario.  Son dos excelentes ejemplos que evidencian  el funcionamiento de la Toma de Decisiones Rápidas (TDR) y la importancia de entrenarlas  previamente antes de salir a competir.